JUAN, DIOS SE HIZO CARNE

Desde el principio, Dios y el Verbo eran uno, aunque separados. Así comienza Juan su presentación de Jesús como Dios. Revela una nueva realidad más profunda que la que percibimos con nuestros ojos físicos: la realidad de la Divinidad revelada en Jesús, Dios hecho carne.
Juan quiere que veamos más allá de la humanidad de Jesús, porque cuando lo veamos desde esta perspectiva, contemplaremos su gloria y reconoceremos la belleza de todo cuanto logró para todos nosotros.